viernes, 8 de febrero de 2013

Un día de plena conciencia.

"...Mientras aún estés en la cama, empieza poco a poco a seguir la respiración de manera lenta, larga y consciente. Levántate después lentamente de la cama (en lugar de saltar de ella como de costumbre) alimentando la conciencia con cada movimiento. En cuanto te hayas levantado, cepíllate los dientes, lávate la cara y haz todas tus actividades matutinas de una forma tranquila y relajada,siendo plenamente consciente de cada uno de tus movimientos. Sigue la respiración, obsérvala y no dejes que tu mente se distraiga. Ejecuta cada movimiento con calma. Cuenta tus pasos de manera lenta y silenciosa. Mantén una ligera sonrisa en el rostro.
Pásate al menos media hora tomando un baño. Lávate con lentitud, sabiendo que lo estás haciendo, para que al terminar te sientas ligero y fresco. Después, si lo deseas puedes hacer tareas domésticas como lavar los platos quitar el polvo de las mesas y limpiarlas, fregar el suelo de la cocina y arreglar los libros de las estanterías. Sea cual sea la tarea que realices, hazla lentamente y con calma, sabiendo que la estás llevando a cabo, en lugar de intentar sacártela de encima cuanto antes. Decide hacerlo todo de manera relajada, poniendo toda tu atención en ello. Disfruta de la tarea y sé uno con ella. De lo contrario el día de plena conciencia no tendrá ningún valor. La sensación de que una tarea es un fastidio desaparecerá pronto si la realizas siendo consciente de ella."

Thich Nhat Hanh "El milagro de mindfulness"