lunes, 17 de septiembre de 2012

Muy abierto desde lo profundo del interior.

De vez en cuando sal afuera y siéntate,
Por la noche al atardecer
Cuando hay una ligera brisa
que toca tu cuerpo,
Y hace que las hojas y los árboles
se muevan con suavidad.
En realidad, no estás tratando de hacer nada.
Estás simplemente permitiéndote ser,
Muy abierto desde lo profundo del interior,
Sin agarrarte absolutamente a nada.
No traigas a la memoria
algo del pasado, de un recuerdo.
No preveas que alguna cosa debería suceder
No te aferres a algo del presente
Nada de lo que percibes necesita ser
establecido con certeza.
Simplemente deja que la experiencia
tenga lugar,muy libremente
Para que tu vacío, abierto corazón
Sea envuelto por la ternura de
la verdadera compasión.

Chöky Nyima Rinpoche
 
 



lunes, 3 de septiembre de 2012

Aprender a convivir con el dolor.

Articulo de Cristina Sáez para el suplemento ES de La Vanguardia.

"¿Por qué a mí?  Constanza González, pisicóloga clínica, cuenta que esa es la pregunta que le asalta al paciente cuando le diagnostican una enfermedad o le avisan de que padecerá dolor crónico. “Pero si en mi familia no hay casos de cáncer, no fumo, no bebo, como bien, hago deporte, me cuido”, dicen. Para muchas situaciones de la vida no hay explicación. “Tratamos de encontrar razones desde la lógica, porque pensamos que podemos controlar las cosas. Pero ese control no existe”, cuenta.

Para la terapeuta, en lugar de instalarnos en el por qué a mí, en la rabia, en el a mí no me debería pasar, resulta más producente plantearnos, ante la situación actual, cómo queremos vivir ese dolor. “A menudo nos quedamos apegados a cómo era nuestra vida antes, queremos volver a ella, pero no se puede. Y eso nos hace sufrir aún más, incluso provoca que el dolor esté más presente en nuestro día a día. El dolor va a estar siempre ahí, pero tú puedes escoger cómo vivirlo”, concluye Constanza González."

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