"Cuando Ajahn Chah advertía que lo estaba pasando mal, solía llamar mi atención: "¿Qué? ¿Atrapado de nuevo en algún estado?". En el monasterio del bosque constantemente recibíamos la instrucción tanto de observar la propia conciencia como de nombrar de forma precisa cada uno de los estados que la llenasen a lo largo del día: asustado, aburrido, relajado, confundido, resentido, tranquilo, frustrado, etc.
A veces Ajahn Chah nos pedía que nombráramos en voz alta nuestros estados para reconocerlos con más claridad. A un monje recién divorciado de Bangkok le amonestaba: "¿Sientes tristeza? ¿Rabia? ¿Pena de ti mismo? Bueno, es natural. Contémplalo todo". Y riéndose, le decía a un monje inglés que se sentía confundido: "¿Puedes ver lo que ocurre? Estás distraído, confundido, hecho un lío. Sólo son estados de la mente. Venga, ¿te crees los estados de tu mente? ¿Estás atrapado en ellos? Entonces seguro que sufrirás."
Jack Kornfield "La Sabiduría del Corazón" Ed. La liebre de marzo