“ Y así es la milicia:
El conocer al otro y conocerse uno mismo, significa que no haya pérdidas en cien batallas.
No conocer al otro y conocerse a uno mismo, significa victoria por derrota.
No conocer al otro y no conocerse uno mismo, significa que cada batalla será una derrota segura”
Existen muchas aplicaciones del milenario libro de Sun Tzu, especialmente dirigidas a la empresa, a los ejecutivos y algunas dirigidas al crecimiento personal. En este sentido, la enseñanza transversal que nos plantea, se centra en la actitud con la que se debe abordar el conflicto, externa e internamente.
El compromiso personal para lograr ser “el General capaz de dirigir el ejercito”: una persona que se conoce a si misma, que valora sus habilidades y también lo que ha conquistado, que conoce la naturaleza del conflicto, la posición del otro y que desde el equilibrio corazón-mente toma las decisiones adecuadas
Podríamos realizar una lectura del texto utilizando las siguientes analogías:
La Victoria (Transformación), El enemigo (la situación), El ejercito (los propios recursos), El general (uno mismo).
Estamos entrenados en, o bien atacar directamente los problemas con todas las consecuencias que ello plantea y en la mayoría de los casos sin estar preparados, o evadirlos constantemente. Sun Tzu nos plantea una tercera vía que es muy útil en la psicoterapia: nos propone la estrategia y la paradoja como herramientas para conseguir la victoria, mostrándonos que las batallas pueden ser ganadas incluso sin exponernos ante el enemigo, lo que se traduce en la utilización de estrategias como:
- “El que conoce al otro y se conoce a sí mismo, no pondrá la victoria en peligro. El que conoce la tierra y conoce el cielo, tendrá la victoria completa” Esta es la principal recomendación planteada por Sun Tzu: ante los conflictos de la vida la forma de asegurarse “la victoria” es comprender la propia naturaleza, haberse relacionado con los propios miedos y haber hecho balance de las fortalezas y las debilidades, en segundo lugar conocer al otro, tener toda la información, si el conflicto fuera externo, si fuera interno conocer al otro, implicaría aprender a relacionarnos con aquello que no aceptamos en nosotros mismos, y por último conocer y aceptar que existen variables externas que se salen de nuestro control y condicionaran toda la situación.
- “Ahora bien, lucha por conseguir la victoria; ataca y alcánzala. Pero no seria de buen augurio que no tuvieras en consideración tus logros. Pues de ese modo, tu destino sería el de “la riqueza que se escapa” Es necesario, y este es uno de los obstáculos permanentes de la terapia, que podamos reconocer los propios logros, es la única vía que nos permite avanzar, igual que en la batalla. Si no soy capaz de observar y reconocer cada paso que he ido conquistando, es imposible continuar la conquista, porque no existe un terreno firme desde el cual hacerlo.
- Permite que el enemigo conozca tus debilidades, al dárselas a conocer se convertirán en fortalezas, el sabrá por donde te estas preparando y tu sabrás por donde vendrá el ataque. Nos han entrenado en todo lo contrario, ocultar y rechazar aquello que no nos gusta de nosotros mismos, al intentar que el otro no lo conozca nos volvemos más vulnerables, si deja de ser un secreto y lo expongo empezara a perder importancia para mi y para los otros, mi atención ya no estará puesta allí y por lo tanto la energía ocupada en ocultarlo, podrá ser invertida en potenciar las fortalezas.
- “Saber cuando se puede y no se puede luchar, conduce a la victoria. Saber cómo utilizar un ejército grande o un ejército pequeño, conduce a la victoria. Si tanto el superior como el inferior desean lo mismo se vencerá”. “ Si no es ventajoso no actúes, si no es asequible no utilices tus tropas, si no hay peligro no presentes batalla”. Asertividad y Coherencia, dos habilidades absolutamente necesarias para afrontar las dificultades que nacen del conocimiento de uno mismo y del territorio.
- “Mandar a muchos es como mandar a pocos. Es cuestión de división y de calculo” El tamaño de los problemas no importa si se posee la estrategia, la forma y la actitud. Todo depende de la actitud con la que abordemos la situación, si lo hacemos tal como lo sugiere Sun Tzu, con suavidad, tomándonos el tiempo para conocer la naturaleza del conflicto, sabiendo cuales son mis debilidades y cuales mis fortalezas, la dimensión del problema perderá relevancia.
- “El empuje del agua que zarandea las rocas. Esa es la energía”. La actitud adecuada para atravesar las dificultades: suavidad con uno mismo, con la situación y perseverancia, esa es la energía adecuada.
- “Antaño los hábiles se hacían en primer lugar invencibles y después aguardaban la fragilidad del enemigo” , “Yo estoy concentrado y, por lo tanto, soy uno”. Ante los conflictos de la vida primero debemos buscar volvernos invencibles, volver la mirada sobre nosotros para conocer y saber lo que las situaciones mueven en nosotros, reconocerlo, trabajarlo, aceptarlo, recuperar el centro y desde allí actuar.
- “Es mejor conquistar todo un estado que destruirlo, Es mejor tomar todo un ejercito que destruirlo, es mejor tomar todo un batallón que destruirlo…”. En la vida interior, en el proceso de transformación, es mejor conquistar todos los propios terrenos integrando y aceptando, que rechazar los aspectos que no nos gustan de nosotros mismos, esa es la vía del crecimiento: conocimiento e integración, en lugar de rechazo y evitación.
- “Del mismo modo que el agua establece su movimiento de acuerdo con la tierra. El ejército establece la victoria de acuerdo con el enemigo. El ejército no tiene un shih establecido ni forma duradera. Ser capaz de transformarse con el enemigo es lo que quiere decir etéreo”. El proceso de transformación interior al que por lo general nos invitan los conflictos de la vida exige en nosotros una actitud de flexibilidad y adaptación, en la medida que somos mas hábiles para sortear las situaciones de la vida, menos rigidez aparece en nuestra manera de actuar y con ella menos dolor.
- “Emplea el orden para aguardar el caos. Emplea la quietud para aguardar el clamor. Esto es ordenar el corazón-mente”. La actitud interior para atravesar el conflicto, buscar primero el orden interno, la quietud interna, el equilibrio para que las respuestas surjan desde allí, desde el equilibrio razón-emoción.
- “Posicionar el ejército y escrutar al enemigo…Mira un terreno seguro y toma una posición elevada. La batalla colina abajo. No asciendas. En eso consiste posicionar el ejército en las montañas.” Sun Tzu nos sugiere ganar perspectiva frente a las situaciones, tomar el tiempo para observar la realidad que estamos viviendo desde otro punto de vista, con esto ganamos seguridad y probablemente también nos permita interpretar el conflicto de una forma más adecuada, entrenándonos en salir del centro del huracán en el que nos sentimos cuando nos sorprenden los problemas.
- “En el ejército la cantidad no implica calidad. No avances con aire marcial. Basta con que seas fuerte, te enfrentes al enemigo y lo derrotes…De este modo se avanza sin pretender la fama, se retrocede sin preocuparse por la crítica, solo se busca el beneficio de los hombres” Es un llamado a la humildad para abordar los retos de la vida y las relaciones, a estar concientes de la actitud con la que nos enfrentamos y a vigilar la importancia personal tanto en el “avance” como en la “retirada”, vivir las situaciones que nos propone la vida desde la sencillez.
- “Prohíbe los augurios, quítales las dudas y hasta dejaran de considerar la muerte como una gran desgracia” Aprender a reconocer que cualquier conflicto puede llevar a la pérdida o al dolor como consecuencia natural y aceptarlo desde el principio como una opción que hace parte de la realidad, proporciona perspectiva y libera de suposiciones y dudas que limitan nuestras respuestas. Hacer suposiciones sin confrontarlas con la realidad por el temor a perder, condiciona nuestros actos.
- “Ningún general debería enviar tropas al campo simplemente para descargar su bilis; ningún general debería librar una batalla simplemente motivado por el rencor”. Aprender a reconocer con honestidad cuales son las motivaciones que nos conducen al enfrentamiento, esa es la actitud correcta de un guerrero.
- “El general establece el momento de la batalla con ellos, como si les hiciera subir a lo alto, y después retirara la escalera”. Estamos acostumbrados a abordar las dificultades de forma directa y por lo general de esta manera perdemos perspectiva y con ella muchos de los detalles que son significativos en el conflicto, si buscamos en primer lugar lograr una lectura general de la situación podríamos ver los diferentes caminos para “persuadir” y llegar finalmente a donde queríamos sin producir daños al otro o a mi mismo. A manera de ejemplo es diferente presionar directamente a alguien para obtener un cambio positivo en él, que estratégicamente generar cambios en la situación para que está persona llegue a la conclusión por si misma de la necesidad de cambiar.
- “El conocimiento previo no lo dan los espíritus ni los aparecidos. Tampoco se puede deducir de los acontecimientos, ni se puede saber mediante cálculos. Ha de lograrse mediante el conocimiento humano”. Es una invitación a confiar en nosotros como los verdaderos maestros, el conocimiento solo se logra mediante el compromiso individual, sin la necesidad de atribuirlo a la magia o a otros, el conocimiento como un proceso propio que implicara la inversión de energía y tiempo.
Participación en l'Ofici de Viure/Catalunya Radio. "El arte de la Guerra"
Participación en l'Ofici de Viure/Catalunya Radio. "El arte de la Guerra"